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martes, 13 de septiembre de 2016

La Vuelta: ha llegado el momento de cambiar

Este 11 de septiembre ha terminado la edición 2016 de la Vuelta a España, en la que Nairo Quintana se ha llevado la victoria gracias a la gran etapa de Formigal, donde Alberto Contador y el equipo Movistar asestaron un duro golpe a Chris Froome y al Sky.

Podría hablarse de ese gran día de ciclismo o del duelo Quintana-Froome, que todo el mundo esperaba en el Tour de Francia y que finalmente ha tenido lugar en las carreteras españolas. Sin embargo, La Vuelta ha estado rodeada por la polémica. Uno de las cosas que más ha dado que hablar es el abuso de los llamados muros, esas subidas cortas pero empinadísimas que se han convertido ya en tradición en la carrera que dirige Javier Guillén.

Lo cierto es que ya antes habían aparecido muchas críticas por el frecuente uso de estas subidas, aunque entonces solo venían de cierto sector de la afición. Pero ahora estas voces discordantes llegan desde el pelotón. David López, del Sky, dijo que algunos ciclistas estaban deseando que terminase La Vuelta para no volver, Contador señaló que tantas ascensiones de este tipo eran “demasiado” y otros corredores también se han mostrado en contra de los muros.

Cuando La Vuelta comenzó a usar estas ascensiones se vieron como una atractiva novedad, pero su abuso en los últimos años (en 2016 tuvimos Ézaro, La Camperona, Peña Cabarga, Mas de la Costa…) las ha convertido en insufribles. Además, las diferencias entre los favoritos en estas subidas son mínimas, por lo que sirven más bien de poco.


Así las cosas, a pesar de que las audiencias han sido buenas, quizá ha llegado el momento de que La Vuelta dé un giro en la configuración de sus recorridos. Algún muro en cada edición está bien, abusar de ellos es demasiado. Una ronda de tres semanas debe tener variedad (finales en alto, sprints, bajadas, media montaña, puertos de paso…) y la geografía española, afortunadamente, lo permite.

Foto: El País

lunes, 12 de septiembre de 2016

Antes Casillas, ahora Raúl

Primero fue Iker Casillas y ahora es Raúl González. Parece que un sector del madridismo sigue empeñado en desprestigiar algunos de los que fueron sus grandes ídolos. Además, cierta parte de la prensa dirige esta campaña manipulando a su antojo y el club, con un silencio sospechoso, permite que se manche el nombre de estos jugadores históricos del Real Madrid.

Se echa en falta una defensa por parte del club blanco a sus futbolistas históricos como Raúl, criticado simplemente por acudir a un acto del Barcelona en Nueva York. Sin embargo, parece que Florentino Pérez no tiene la misma consideración por las leyendas que ya estaban en el Real Madrid antes de que él llegara. Las que el actual presidente merengue ha traído al Bernabéu, en cambio, son intocables. Habría que ver la reacción en Chamartín si alguien se atreviera a manchar la imagen de Cristiano Ronaldo.

Foto: Twitter/@RaulGonzalez

sábado, 11 de enero de 2014

El fútbol en el armario. La historia de Justin Fashanu

En un mundo como el fútbol donde la hombría y la virilidad se consideran virtudes, resulta complicado reconocer tu homosexualidad como ha hecho esta semana el ex internacional alemán Thomas Hitzlsperger. Su caso no es el primero pero sí es hasta ahora el del jugador de mayor nivel y, afortunadamente, parece que la noticia se ha tomado con la normalidad que requiere pero no siempre ha sido así. Uno de los pioneros en reconocer su homosexualidad fue el inglés de origen nigeriano  Justin Fashanu y su valentía transformó su vida en un infierno que le llevó al peor de los finales posible.
Fashanu inició su carrera en el Norwich City en 1978 y pronto empezó a demostrar su calidad. De hecho, marcó el mejor gol de la temporada frente al Liverpool y se convirtió en un habitual de la sub-21 inglesa. El mítico técnico Brian Clough se fijó entonces en él y lo fichó para su Nottingham Forest por un millón de libras, siendo así el primer jugador negro por el que se pagaba tal cantidad. Pero este fichaje en lugar de suponer el despegue definitivo para su carrera, supuso el inicio de su calvario. Clough se enteró que Fashanu visitaba con asiduidad locales de ambiente gay y arremetió contra él con dureza llegando incluso a apartarlo del equipo. La noticia de su homosexualidad corrió entonces por toda Inglaterra a pesar de que él no lo reconoció pero entrenador, compañeros, rivales y afición no cesaron de humillar e insultar al delantero.
Los problemas con su entrenador llevaron a Fashanu a dejar su equipo e inició un periplo por Southampton, Notts County y Brighton & Hove Albion, lugares en los que rindió a buen nivel hasta que sufrió una grave lesión de rodilla. Emigró a Estados Unidos para recuperarse y se quedó allí jugando en Los Ángeles Heat primero y en los Edmonton Brickmen después. Su buen hacer le trajo de nuevo a las Islas Británicas para jugar con el Manchester City, pero ya nunca recuperó su nivel y terminó en el Leyton Orient pasando por West Ham. Jugaba en este club cuando Fashanu dinamitó el fútbol británico reconociendo en 1990 en el diario The Sun que era homosexual y afirmaba haber tenido relaciones con otros futbolistas y con miembros del Parlamento. Su condición era un secreto a voces pero el reconocerlo supuso  un golpe tanto en el mundo del fútbol como en la sociedad. Nadie entendió a Fashanu y todos comenzaron a criticarle, incluso su hermano John que dijo de él que era un paria. Los medios de comunicación publicaron noticias inventadas sobre él y sus ex compañeros del fútbol le repudiaron. Aunque su carrera continuó, ésta se convirtió en una huida de la discriminación que le llevó por Escocia, Suecia, Australia o Nueva Zelanda.
Retirado ya del fútbol y tras haber sufrido durante su carrera discriminación tanto por su raza como por su condición sexual, un último obstáculo se interpuso en la vida de Justin Fashanu. En la época en que entrenaba al Maryland Maine en Estados Unidos, un joven de 17 años acusó al ex futbolista de abusos sexuales. Aunque nunca se pudo probar y fue declarado inocente, este hecho fue el golpe definitivo para Fashanu, quién regresó de nuevo a Inglaterra para terminar allí con su vida tras ser despedido por su club. El 3 de mayo de 1998, fue encontrado ahorcado en un garaje en Shoreditch, cerca de Londres. Junto a él una nota que decía: “Me he dado cuenta de que ya he sido condenado como culpable. No quiero ser más una vergüenza para mis amigos y familia. Sólo espero que el Jesús que amo me dé la bienvenida y finalmente encuentre la paz”.

La historia de Fashanu sirve para ejemplificar las dificultades para un homosexual en el mundo del fútbol y el miedo que pueden tener algunos jugadores a hacer pública su condición sexual. El reconocimiento de Hitzlsperger puede suponer un paso muy importante pero se antoja aun lejano el momento en el que la homosexualidad no sea un tema tabú en el mundo del fútbol, que todavía sigue arrinconado dentro del armario.

Foto: telegraph.co.uk

martes, 26 de noviembre de 2013

Simplemente, The Best

“Siempre he pensado que yo era el mejor jugador de la historia”. Así se veía a sí mismo George Best. Su insolencia superaba su ya de por sí excelso nivel futbolístico y su carisma le convirtió en un icono pop de la década de los 60 en Reino Unido. Esta semana se cumplen ocho años de su fallecimiento, que conmocionó a su país natal, Irlanda del Norte, y a todo el fútbol británico. Su maltrecho cuerpo, deteriorado por una vida llena de excesos, había dado ya algunos sustos. “He gastado mucho dinero en mujeres, alcohol y coches rápidos, el resto lo he desperdiciado”, dijo. Nunca lo ocultó, es más, siempre hizo gala de su forma de vida. Quizá eso nos privó de haber visto una carrera futbolística más exitosa ya que desde los 22 años solo mostraba su talento a cuentagotas.
Debutó a los 17 años en un equipo herido. El accidente aéreo de Múnich de 1958 privó al Manchester United de una época que parecía destinada a los triunfos y supuso un fuerte golpe moral. El entrenador Matt Busby, superviviente de la tragedia, se vio obligado a reconstruir el equipo con Bobby Charlton, que también se salvó en el desastre, como bandera. Best se iba a convertir en hombre clave para ese resurgimiento. Poco después del debut del de Belfast, el United volvió a ser campeón de liga gracias a la velocidad, habilidad y técnica de Best, y en 1966, el extremo norirlandés se coronó internacionalmente con una hat-trick frente al Benfica en Copa de Europa. Allí los periódicos portugueses le apodaron el Quinto Beatle, sobrenombre con el que pasó a la historia.
Su gran año fue 1968 cuando alzó la Copa de Europa en Wembley frente al Benfica con gol suyo en la prórroga. El fútbol europeo se rindió al joven extremo del United y recibió el Balón de Oro como mejor jugador de Europa. A partir de entonces, la frivolidad tanto dentro como fuera
del campo tomó las riendas de su vida. El fútbol pasó a un segundo plano y sus grandes actuaciones dejaron de aparecer con asiduidad. Se volvió un ídolo de masas, especialmente entre el género femenino, y explotó su imagen de icono pop hasta situarla por encima de la de su figura de futbolista.
El nivel de Best fue decreciendo poco a poco hasta salir del equipo de Manchester para iniciar un periplo que le llevó a jugar en innumerables equipos, sobre todo en Estados Unidos. Pero nunca volvió a ser el de sus primeros años. Pese a ello, nadie le reprochó nunca su comportamiento. Su forma de entender la vida acrecentó aun más si cabe su fama y su mito y su memoria se guarda con enorme respeto en las Islas Británicas.  

George Best sigue presente hoy en Old Trafford representado en una estatua junto a los otros grandes de la historia del Manchester United, Bobby Charlton y Denis Law. Su recuerdo permanecerá por siempre en la afición de los Diablos Rojos y en la todo el fútbol británico.


Foto 1: elenganche.es
Foto 2: Clarín.com

domingo, 27 de octubre de 2013

Con miedo

Con miedo. Así afrontó Carlo Ancelotti ayer el partido en el Camp Nou. Miedo que transmitió a su equipo y del que se percató el Barcelona. Eligió el peor escenario posible para hacer probaturas que se mostraron a todas luces ineficaces y que evidenciaron el temor que el técnico italiano tenía al equipo blaugrana. Colocó a Sergio Ramos de mediocentro en una lastimosa declaración de intenciones y el sevillano anduvo perdido sobre el campo sin apenas intervenir y viendo una tempranera amarilla que le condicionó el resto del partido. Por otro lado, jugó sin delantero centro y situó de falso nueve a Bale, posición en la que el ex del Tottenham no se siente cómodo. En realidad, el galés no está para jugar en ningún sitio. Pareció que su titularidad estaba metida con calzador.
Cuando Illarramendi y Benzema ingresaron en el campo, el partido cambió pero el Madrid ya había regalado más de la mitad del encuentro. Bastó con colocar a cada futbolista en su sitio para que el Madrid diera la cara e incluso superara por momentos al Barcelona. Porque este Barcelona no es el de años pasados y en cuanto los de Ancelotti empezaron a carburar, retrocedió líneas como hacía tiempo que no lo hacía en un partido. Por ese motivo, aun se entiende menos el planteamiento de Ancelotti, que dio por sentada una superioridad blaugrana que no es tal.

El miedo de Ancelotti supuso la victoria del Barça por 2 a 1 y la diferencia de 6 puntos entre ambos equipos. Queda Liga pero en un campeonato con tanta superioridad de los grandes sobre el resto, la distancia podría resultar decisiva.

Foto: antena3.com

jueves, 24 de octubre de 2013

El Infierno del Norte asoma en el Tour

El pavé será el gran protagonista del Tour de Francia 2014. En una edición en la que la organización ha decidido disminuir tanto la dureza de la montaña, sin ninguna jornada maratoniana por las cordilleras francesas, como los kilómetros contra el reloj, apenas poco más de 50, la 5ª etapa, que atraviesa algunos de los tramos habituales de la Paris-Roubaix, podría tener muchísima importancia en la clasificación final.
No será un día tan duro como El Infierno del Norte, incluso tiene algunos tramos capados, pero su paso no es ni mucho menos testimonial como en otras ediciones de la ronda gala. De los últimos 70 kilómetros de la etapa habrá más de 15 empedrados. Lo que conlleva no solo la dificultad de estos tramos sino el nerviosismo que podría causar en la carrera. Las caídas, las averías, los cortes y la tensión harán de esta jornada una de las más trepidantes de todo el Tour. Los favoritos estarán expuestos a todas estas complicaciones y no es descartable que alguno de ellos se deje sus opciones de vencer en París en esta jornada. Ya están alertados y se especula con que algún capo participe en alguna de las clásicas de pavé durante la primavera.

Es una pena que ASO no haya dispuesto algo más de montaña y más kilómetros contrarreloj pero se agradece la recuperación del pavé y la demostración de que el Tour debe ser una carrera para ciclistas completos. El recorrido está servido solo falta que en el julio próximos los corredores brinden el espectáculo que esta prueba merece.

Foto: www.cyclesportmag.com

martes, 22 de octubre de 2013

Morata, un jugador por hacerse

No es la primera vez que el aficionado del Real Madrid encuentra en un jugador nuevo la solución a un momento complicado. Si además este futbolista procede de la cantera, la ilusión se multiplica aun más. Álvaro Morata se ha convertido en el nuevo héroe del madridismo. Sumado al mal momento de Karim Benzema, los seguidores merengues que piden la titularidad del delantero formado en La Fábrica aumentan con cada minuto del chaval sobre el césped. El joven ariete además, como buen conocedor de la casa, sabe lo que el público del Bernabéu quiere: esfuerzo, ganas e ilusión. Justo las sensaciones contrarias que desprende el a veces indolente Benzema.
Sin embargo, cargar la responsabilidad de ser el 9 del Real Madrid sobre los hombros de Morata parece precipitado. Es de admirar como pelea cada balón pero es un jugador por hacerse. Lleva un gol esta temporada y 21 partidos en Primera División. Benzema es un futbolista contrastado y de los mejores técnicamente del club blanco. Vive una mala racha que se revertirá en el momento en que anote un gol y forma con Cristiano Ronaldo una de las mejores asociaciones de Europa. El que reciba pitos en cada partido en casa no ayuda a su confianza pero tampoco ayuda a Morata darle un trabajo que aun no puede asumir.

Los próximos partidos servirán para ver la evolución de uno y otro pero lo que ahora mismo necesitan los dos delanteros del Real Madrid es la calma por parte de la afición.

Foto: Grada 360